Es salud, independencia y conexión con la tierra.
Un huerto pequeño puede instalarse en casi cualquier lugar: un jardín trasero, un patio, un balcón o una pequeña parcela. Es un espacio de cultivo adaptado al tamaño y condiciones del lugar, donde puedes sembrar hortalizas, frutas, flores comestibles y hierbas, de forma ecológica y eficiente.